Con 4 años sus padres la apuntaron a baile y a su hermano a kárate. Ella tenía claro que quería practicar el mismo deporte que su hermano y lo consiguió. Considerada como la mejor karateka de la historia en la categoría de kata femenina, en 2020 entró en el Libro Guines de los Record por ser la karateca con más medallas en el mundo. Desde 2014 a 2020 ha conseguido 35 medallas y ha sido considerada como la mejor del mundo en su modalidad desde el año 2015 hasta el 2018.“Siento una gran satisfacción cada día cuando lo doy todo, incluso más que ganar en una competición, además no es fácil ser deportista de élite siendo mujer y con mi edad actual” Sandra Sánchez
“Había una vez una periodista llamada Amna que era muy infeliz. Amna tenía sobrepeso y carecía de condición física. Un día se dijo a sí misma:< Puedes hacer algo mejor que esto. Simplemente Hazlo. Sal a caminar> Y eso hizo.Amna disfrutaba tanto de sus paseos que quiso hacer algo más. Empezó a correr largas distancia. Hacía carreras cortas. Empezó a ejercitarse en el gimnasio y, cuando descubrió el levantamiento de pesas, supo que era su deporte ideal.La vida de Amna cambió cuando la Federación Internacional de Halterofilia, que regula el levantamiento de pesas en todo el mundo, permitió que las mujeres musulmanas participaran en unitardo (leotardo de cuerpo completo) hiyab. Amna empezó entonces a competir en Europa y en América y se convirtió en un icono para todas las niñas musulmanas del mundo.”
Texto sacado del libro “Cuentos de buenas noches para niñas rebeldes” de Elena Favilli y Francesca Cavallo que os recomendamos.
También os sugerimos la película “The Gabby Douglas Story”, la historia de Gabrielle Douglas, una gimnasta que llegó a ser campeona olímpica gracias a su tesón y entrega.
“Nadie tiene derecho a decirme qué puedo lograr o qué no puedo lograr”
Amna Al Haddad