El origen de la celebración de Nochevieja lo encontramos en los inicios del Imperio Romano.
Para ellos, el mes de enero estaba dedicado al dios Janus, dios que mira delante y detrás, imagen con dos rostros, uno viejo y con barba, y otro joven. Esta deidad simboliza el año que dejamos atrás en contraposición al año que comienza.
El 2020 era un número emblemático, levantaba supersticiones y pasiones e incluso, con motivo de la fecha, quisimos rememorar a los maravillosos años 20 del siglo pasado en nuestra fiesta de carnaval. Pero probablemente, más que nunca, este año estemos deseando darle la espalda al 2020, como el dios Janus, y mirar a través de los ojos de ese joven la llegada del nuevo año con ilusión y esperanza.
Por ello os queremos plantear una reflexión sobre el año tan complicado que nos ha tocado vivir. Aprendamos del anciano que mira atrás, con serenidad y madurez y no repitamos los mismos errores. Cuidémonos y cuidemos de los demás, cuidemos de nuestro pueblo, de nuestros mayores, de nuestros jóvenes, de nuestros servicios, de nuestro entorno y de nuestro planeta que nos protege y nos acoge.
Nosotros hemos hecho esta reflexión y queremos agradecer a todos los vecinos su actitud ejemplar en estos meses duros e inciertos que hemos vivido. En el 2021 seguiremos trabajando por todos y todas, sin olvidar a los que ya no están con nosotros y que nos han dejado muchas cosas de las que aprender y por las que luchar.
Miremos al futuro con ilusión, con esperanza y con la ingenuidad y frescura de un joven que ve cada vez más cerca el final del camino. Pero no olvidemos que tenemos que seguir protegiéndonos de un virus que sigue en las calles, en las casas y que solo entre todos unidos podemos vencer.
¡¡Feliz Año Nuevo!!