A las 4:55 horas, los alfombristas de Torrelaguna salían con destino a la Catedral de La Almudena en sus vehículos, acompañados de un camión del Ayuntamiento que transportaba más de 500 kg de material: sal teñida a mano, ramas de olivo en flor, restos de café, cáscaras de nueces, pistachos, serrín, romero, arizónica…y el avituallamiento necesario para una dura jornada: café, leche, churros, magdalenas…y agua para combatir el calor.
Seis horas más tarde, y gracias a un trabajo colaborativo, solidario y cargado de cariño e ilusión, una espectacular alfombra de casi 100 metros cuadrados, esperaba la salida del cuerpo de San Isidro Labrador, para transportarlo en carroza desde la Almudena a la Colegiata de San Isidro, un hecho histórico y quién sabe si irrepetible.
Además del santo y los protagonistas han sido testigos miles de visitantes que no podían evitar guardar un recuerdo del momento con sus móviles y cámaras de fotos y anotar en sus agendas el nombre de nuestra Villa.
Ha sido la primera obra que los alfombristas hacen en solitario fuera de Torrelaguna, su mayor reto hasta la fecha que, con seguridad, pronto superarán.
Alfombristas, ¡enhorabuena por otro excelente trabajo!