Humana Fundación Pueblo para Pueblo, organización que desde 1987 promueve la protección del medio ambiente a través de la reutilización de textil y lleva a cabo programas de cooperación al desarrollo en África, América Latina y Asia así como de apoyo local en España, recuperó 10.759 kg de textil usado en Torrelaguna en 2018. Estas donaciones equivalen a 22.200 prendas que tienen una segunda vida gracias a la reutilización y el reciclado.
Los artículos recogidos por Humana proceden de los contenedores donde se deposita la ropa, el calzado, los complementos y el textil de hogar que ya no se utilizan para darles una segunda vida. El servicio de recogida del textil es gratuito y representa un ahorro importante en los gastos de recogida y tratamiento de residuos sólidos urbanos.
“Desde Humana aplaudimos la labor de los municipios que promueven la recogida selectiva de textil”, valora Beatriz Martín, responsable del área de Recogida de Humana en la zona Centro (Comunidad de Madrid, Castilla-La Mancha y Castilla y León), “e insistimos en la importancia de impulsar un modelo de gestión sostenible que priorice el componente social por encima del mercantil”. En cualquier caso, “todos los agentes implicados debemos redoblar los esfuerzos para aumentar las cifras de recogida selectiva, no sólo para respetar el objetivo impuesto por Bruselas sino para potenciar el beneficio ambiental y social de la ropa usada”, añade.
Y es que en España sólo una de cada 10 prendas que ya no queremos tiene una nueva vida. La ciudadanía desecha anualmente un millón de toneladas de textil, pero sólo el 10% se recoge selectivamente por un gestor autorizado para promover su reutilización o reciclado. Estas cifras se hallan muy lejos del 55% fijado por la Unión Europea (UE) para el año que viene para reciclar los residuos municipales e incluso la Comisión Europea ha advertido a España y a 13 países más de que corre el riesgo de no cumplir este objetivo.
Tras la orgánica, los envases y plásticos, el papel y el cartón, y el vidrio, el residuo textil es la quinta fracción que más se generan y la que presenta el porcentaje de valorización más alto, por encima del 90%. De ahí la importancia de concienciar a todos los agentes sociales y a la ciudadanía de la necesidad de la recogida selectiva. El motivo para el optimismo es la importancia creciente de la economía circular, que define los residuos como recursos, y que en 2025 la recogida selectiva de la fracción textil será obligatoria en todos los estados miembros de la UE, una competencia que es municipal.
“Cada año fortalecemos nuestro compromiso con la ciudadanía, basado en la transparencia de la gestión, la trazabilidad del residuo gracias a estrictos mecanismos de control y la confianza en que las donaciones se convierten en recursos para nuestros fines sociales”, asegura Beatriz Martín, “nuestro modelo funciona porque apostamos por un modelo circular para el textil, por la inserción socio laboral, generamos ocupación y luchamos contra la pobreza mediante nuestros proyectos de cooperación al desarrollo”.
El beneficio ambiental
La reutilización y el reciclado de textil contribuyen al ahorro de recursos, la protección del medio ambiente y la lucha contra el cambio climático. Reducen los residuos en los depósitos controlados y en las plantas incineradoras, por consiguiente la emisión de gases de efecto invernadero. La Comisión Europea calcula que cada kilo de ropa que se reutiliza y no es incinerado evita la emisión de 3,169 kg de CO2. Las más de 10 toneladas recogidas representan un ahorro de 34 toneladas de CO2 a la atmósfera, cosa que el planeta agradece.
Jerarquía de gestión de residuos
Las prendas depositadas en los contenedores de Humana tienen dos destinos: el 61% se trata en alguna de las plantas de preparación para la reutilización de la Fundación (en Leganés-Madrid, Barcelona y Granada) y el resto se vende a empresas de reutilización y reciclado. El destino de las prendas tratadas es:
- El 61% se prepara para la reutilización: el 15% se destina a las tiendas secondhand de Humana en España y el 46% se exporta, principalmente a África, para ser vendido a precios de mercado y así generar recursos para la cooperación al desarrollo.
- El 29% se encuentra en un estado que no permite su reutilización por lo que se vende a empresas de reciclaje textil para que elaboren otros productos como mantas, aislantes o trapos para la industria de automoción.
- El 1% son residuos impropios (plástico, cartón, otros) que se ponen en manos de los gestores autorizados correspondientes.
- El 9% se envía a un centro de tratamiento de residuos para su disposición final ya que no se puede reutilizar ni reciclar ni valorizar energéticamente.
El beneficio social: empleo verde y cooperación
La gestión sostenible del residuo textil reporta dos grandes beneficios sociales: el primero es la generación de empleo verde y la contribución a la economía social, ya que fomenta la creación de puestos de trabajo inclusivos, estables y de calidad. Humana cuenta con una plantilla en aumento porque genera un empleo indefinido por cada 36.000 kg de textil recogido.
El segundo es la aportación de recursos a iniciativas sociales. Tras más de tres décadas de actividad, 2,4 millones de personas se han beneficiado de los programas de desarrollo en los países del Sur de la mano de contrapartes o socios locales. Humana ha destinado más de 30 millones de euros para la formación de profesores de primaria, el impulso de la agricultura sostenible o la lucha contra el VIH/SIDA, entre otras acciones.